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Pues sÃ. Tara, esta pequeña rubita, nos llegó nada menos que de Cádiz. Fué un ramalazo que nos dio, bueno que le dio a Yolanda, je, je... El caso es que la protectora que trabaja allà lo hace sobre todo con los perros de la perrera, para evitar su sacrificio. Y claro, siempre colapsados de trabajo, y sin albergue, no podÃan atender la demanda de una señora mayor que no podÃa seguir haciéndose cargo de esta pequeña. Asà que Tara se vino para Asturias y estuvo unos dÃas en casa de acogida.
No tardó mucho en encandilar a una madre y a su hija, residentes en su piso de Gijón. Nos enviaron unas fotos muy bonitas que compartimos con vosotros.
¡Bravo, gaditana!
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