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Hace mucho que querÃamos poner en esta sección esta historia. Comenzó hace ya algún tiempo, pero seguimos teniendo noticias del pequeño Freddy, cada dÃa más guapo.
Freddy es un cocker inglés dorado que se encontraba en una lamentable perrera asturiana. Llabava allà más o menos dos meses cuando Yolanda fué a rescatarlo. La porquerÃa que el pobre llebava pegada al cuerpo y enredada en su melena, debÃa pesar casi más que él. Pero lo peor fueron sus orejas: debajo de una capa de pus verdoso, pudimos descubrir unos oÃdos en carne viva. Y eso no venÃa de estar dos meses en una perrera (que de paso, ni lo miraron), venÃa de un dueño irresponsable, vago, rata e insensible.
Hubo que ingresarlo para que el tratamiento de necesitaba fuese profesional, contÃnuo y controlado. De hecho, el restablecimiento de los oidos de Freddy duró varios y largos meses. No eran una bagatela.
Pero Freddy tenÃa un angel esperándole. Se llamaba Belén y era de Avilés. Adoptó a Freddy consciente de sus necesidades tanto fÃsicas, como psÃquicas. Le cuidó sus oÃdos y su corazón malherido por seres indescriptibles. Si, Freddy también sufrÃa ansiedad por separación, tÃpica en animales que jamás han sentido cariño. Belén tuvo la paciencia necesaria para adaptarse a ello y educar de nuevo a Freddy. Explicarle que cuando ella salÃa de casa, siempre volvÃa y lo abrazaba de nuevo.
Las fotos son de su progreso, desde el dÃa en que se le bañó por primera vez al sacarlo de la perrera... en la clÃnica donde lo cuidaron y curaron... en su nueva vida en casa de Belén... y sus excursiones al campo!
Freddy es un campeón... ¡y Belén también!
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