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Pues no, no es un pastor alemán. Ni es policÃa. Es un perrito guapo, pequeño y simpático, que hoy vive feliz en Salinas.
Nació como tantos, por descuido de sus dueños, camadas indeseadas que no suelen acabar bien. Rex tuvo al menos la suerte de sobrevivir, ser recogido y posteriormente adoptado.
Se portó de maravilla nada más llegar a su nueva casa. Y se lleva de fábula con los más pequeños, aunque su misión, la cual realiza a la perfección, consiste en acompañar a una persona mayor.
Gocemos con sus fotos.
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