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Hace poco menos de un año buscaba un cocker por internet y Yolanda, voluntaria de La Xana me encontró, me presentó a Nela, un cocker de dos años que estaba en el Xelán, abandonada por dos veces. En cuanto la vimos Vicente (mi marido) y yo nos apeteció llevárnosla, y asà lo hicimos, sobre la marcha...
Tenemos otra perrina, Pepa, que tenÃa entonces 3 meses y no hubo problemas entre ellas. Nela llegó con buena salud fÃsica pero no mental. Estaba "tocada", no ladraba, ni corria, ni jugaba, solo querÃa mimos mimos mimos...
Con el tiempo fue espabilando, corriendo jugando y ¡gruñendo! Cogió confianza, ya se sabe como son algunos cokers, pero entre todos hicimos una familia.
Pasados dos meses, nos mudamos a una casa de campo y desde entonces ellas están felices, libres todo el dÃa por el prao, aunque también surgieron algunas peleas y creo que alguna más surgirá hasta que se aclaren a ver quien manda... por ahora reina la calma...
En noviembre de 2008 llegó Ramón, porque donde caben dos caben tres, y querÃamos un gato. Ramón llegó de la calle (otra vez por medio de Yolanda) y no se dejaba ni tocar. Estaba asustadÃsimo y bufaba sin parar. Pepa y Nela veÃan aquel extraño ser recién llegado y no sabÃan muy bien como funcionaba... Poco a poco, se fueron conociendo y a dÃa de hoy Ramón sabe más de perros que de gatos. Se pasa la vida con ellas y duermen y juegan juntos. Nuestro gato es una maquina de ronronear y pide compañÃa y contacto constantemente, es un gato/perro, claro, será que al final todo se pega!
Hoy por hoy, nuestro "pequeño zoologico" es para nosotros la alegrÃa de la casa. Nos encanta observar sus reacciones y todo lo que saben y te hacen saber, como te piden las cosas y como sienten, tienen sus estados de ánimo, sus relaciones, sus dÃas tontos... cada uno es diferente... y ¡todos imprescindibles!
Son geniales, cómo podÃamos vivir antes sin ellos????
Texto enviado por Xana
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