La historia de Zafri - Diciembre / 2008

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Ante todo, quiero decir que yo sólo fui una simple intermediaria en esta historia. Pero Carmen me pidió que hablase del bonito final que tubo Zafri, ahora conocida como Xana.

Un día, visitando la página web, vi un post que decía que cuatro perritas iban a ser sacrificadas y que se buscaban hogares de acogida. Decidí lanzarme a la aventura y traerme una a casa. Esperé la llamada y a los pocos días me llamaron para ir a recogerla.

Me encontré con el chico que se deshacía de ella, me contó que se llamaba Paty y que era la más buena de todas, pero que no quería seguir teniéndola con él. Yo la cogí y ella ni miró atrás. Esa misma tarde nos fuimos a la clínica, donde la revisaron y decidí cambiarle el nombre por el de Zafrina, Zafri, para los amigos.

Llegamos a casa y me llevé la sorpresa: era miedosa, desconfiada, pero eso sí, muy buena y obediente. Entonces empezé a pensar que igual fue maltratada, hipótesis que se hizo cada día más patente ya que el miedo a las caricias era cada día superior.

Hubo por medio una operación de un quiste en un ojito, superada con éxito. En todo ese tiempo, yo iba desanimándome porque no veia que la gente se interesase mucho por ella.

Hasta que un día, Dolores me dijo que había una señora muy interesada en ella. Durante una semana volvió loca a Dolores, pero Zafri no podía ser entregada porque todavía teníamos que llevarla a revisión y a quitarle los puntos. Pero la señora insistía e insistía, y al final, cuando esta peque estubo recuperada se la llevé.

La alegría que se llevó Carmen, su dueña, me hizo darme cuenta de que Zafri iba a estar muy bien. Estube con ellas viendo a ver como iban las cosas, explicándole como era la perra... Y bueno, en ese momento se la llevaron de paseo, con su abriguito y su correa, cosa que a mi nunca me dejó ponerle.

Al mes me las encontré y vi a Zafri preciosa, grandecita, gordita, vamos, guapísma!! Entonces Carmen me contó que se había convertido en la dueña del cotarro, porque gobernaba tanto a los perros como al gato.

Y la semana pasada volví a ver a Carmen, donde me contó que ya iba quitándose el miedo, y que era super buena, obediente, limpia y muy lista. Estan encantados con ella y ella es muy feliz en su nueva vida.

Felicidades Xana

Texto escrito por Alba