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Respeto a los Animales

Por: L. Santiago Martínez (Cartas al Director. La Voz de Avilés,

El motivo de la siguiente carta es hacer algunos comentarios en relación a las reacciones despertadas por el programa ?Hasta las narices? emitido en Tele Avilés hace unas semanas. Nunca he entendido por qué a determinadas personas les duele tanto la comparación entre personas y animales, nunca deberíamos olvidar que nuestro origen es animal y que lo único que nos separa de los perros es una capacidad intelectual superior; creo que el respeto a los animales es una pretensión tan digna como el respeto a las personas, ambas son compatibles y no excluyentes como consideran algunos; el que algunas personas defiendan calurosamente a los animales no implica que antepongan esto al respeto que se merecen las personas, simplemente lo que se pretende reivindicar es el repto y la tolerancia en el más amplio sentido de la palabra. Dejar a un lado la consideración de raza superior con derecho a hacer todo lo que se nos antoje, supone un ejemplo de civismo ético y moral único, es precisamente a través del respeto a los que nos rodean como conseguiremos dar un verdadero ejemplo de humanidad. El respeto y la tolerancia deben ser valores universales, tanto para personas como para animales. Cuando estos animales ayudan a las personas, se nos olvida que son animales: ayudan a identificar a personas en grandes catástrofes, son pieza fundamental en la investigación de personas desaparecidas, en el descubrimiento de droga, en la detección de explosivos y bombas, ayudan a personas con discapacidades físicas, son un soporte anímico fundamental para multitud de ancianos que tienen en los animales su única compañía, ayudan a los niños a adquirir responsabilidades, a aprender valores como la amistad, la fidelidad, etc.

Todo esto no son más que ejemplos de lo que un perro (concretando) es capaz de dar y de ofrecer. Las personas que los defienden intentan hacer ver a aquellos que los consideran como un simple elemento decorativo, que estos animales también sienten y padecen y que aunque nos cueste reconocerlo forman parte de nuestra sociedad. Con respecto a los comentarios en relación a los excrementos y a los ataques de algunos perros considerados como peligrosos, creo que todos estamos de acuerdo, hay que controlarlo y hacer un ejercicio de civismo y responsabilidad por parte de los propietarios, los animales no tienen culpa de nada, se trata de una cuestión de educación, tanto este problema como el de los abandonos debería inculcarse en la escuela, y debería gozar del apoyo de nuestros Ayuntamientos.

Con respecto a la adjudicación del servicio de recogida de perros abandonados a una empresa privada ubicada en Pola de Siero, manifestar mi malestar con la misma por múltiples razones entre los que se encuentra el exterminio de los mismos a los pocos días de ser recogidos, es una auténtica vergüenza que las sociedades protectoras de animales no hayan contado en este proyecto, y aún más vergonzoso que habiendo nueve municipios implicados, los puestos de trabajo que este servicio pudiese generar, se vayan a Pola de Siero, sin contar con el peligro que correrán todos aquellos animales con dueño que se extravían, ya que si sus dueños no actúan con celeridad, pueden acabar siendo sacrificados o vendidos, lo de vendidos lo digo porque según el proyecto de ley del Principado en materia de protección de animales domésticos (que de proteccionista no tiene nada) al cabo de ocho días los animales no reclamados serán considerados abandonados y por lo tanto la Administración podrá, entre otras opciones, venderlos. Esto es vergonzoso.

Como vemos, a pesar de peticiones, ruegos y súplicas, una vez más los ciudadanos no tenemos nada que decir sobre este tema, y Asturias vuelve a dar muestra de su tercermundismo en comparación con otras comunidades autónomas, y los nueve Ayuntamientos implicados en semejante desaguisado de un caciquismo propio de otra época donde los derechos se contaban con los dedos de una mano. Reivindico, a través de esta carta, el progreso, la ilusión, las ideas y las ganas de avanzar, porque aunque para algunas personas los derechos de los animales no existen, no deja de ser una muestra más del rumbo que lleva nuestras sociedad. Sólo cuando seamos capaces de entender que los animales tienen un lugar en este mundo, y que hay que respetarlos y cuidarlos, podremos considerarnos realmente como seres humanos con una capacidad muy superior a la del resto de seres vivos que nos rodean. A veces se nos olvida que no estamos solos.

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